Presente
Hay días en los que la magia del universo, penetra mi alma, me atrapa y me sorprende de maneras que no creía que fuera posible.
Hay días en los que la magia del universo, penetra mi alma, me atrapa y me sorprende de maneras que no creía que fuera posible.
Eran partes de mi, eran pedazos, que se iban soltando, como cuando me lastimo y sale la cascarita.
Vuelvo a encontrarme con estas páginas, pero al fin y al cabo conmigo misma.
Sin dudas no hay vuelta, esto surge sin pensarlo demasiado, como si mi alma quisiera gritarlo, como si no lo pudiera contener.
Comienzo por pensar en el camino, en el recorrido y en el que me queda por recorrer.
Sentía como en varios momentos el sentimiento de el duelo volvía a mí. En los momentos menos pensados, pero como si en parte aún hubiera huecos en mi alma que aún no sanan, y me lleva a pensar si en algún momento sanaran del todo. Pienso en lo profundo del dolor, en como aparece, hasta en los momentos menos oportunos...
Esa frase, que dijo como casi que al pasar de "que todo lo que sucede al final nos ayuda para bien" y "que todo nos enseña" no había parado de sonar en mi cabeza.
Está siendo inevitable, fluye y es por si mismo.
Y entonces lo sentí, en ese instante en la magia que sabía que ese patio tenía, y que no me cansaba de repetir.
Entonces después de que ella me contara ese sueño que no tenía una secuencia muy clara o mucho sentido aparente, varías ideas se vinieron a mi mente.